martes, 13 de julio de 2010

Inspiraciones y algo más...


Una Noche

Nublado y rojizo

como si fuese a caer granizo,

en la ausencia de sus destellos

cuando reina la oscuridad,

y la sobriedad del silencio.

Mi abrigo humano

buscaba salir y purificarse

con la frescura de la naturaleza.

Pensé... un instante y proseguí

recostada en una colgante,

suave y bordada ,

que con su vaivén

agitaba mis miembros.

Observando los verdes y frondosos

gigantes que se abrazan entre sí,

como sus cabellos están unidos

y sus pies arraigados

firmemente a la tierra

sin viento que los hiciera titubear.

¿Porqué no pueden tener los míos

la misma estabilidad?

El ruido de las chicharras,

perecía el tic tac de un reloj

que avanzaba con las horas.

Quise cerrar los ojos y reconciliar

el sueño, pero…

miles de palomas volaban en la imaginación:

recuerdos, anhelos, deseos…

Cuando se lograban juntar las piezas

como las de un rompecabezas,

un silbido a mi oído,

pequeños indefensos y transmisores insectos

saboteaban mi concentración.

Nuevamente me perdía

en un éxtasis,

cuando un bramido felino,

recorriendo en busca

de saciar su sed…

Entre tantos intentos comprendí,

que no tenía ningún valor

divagar más, pues al abrir los ojos

no sabía nada…

Y exclamé: ¿Qué fue todo?

entre locura y cordura,

todo sigue igual,

¿Sería el hechizo de aquella luna llena?

Orlanda Espinoza


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